Dicen que el mejor ejercicio es el que se hace con amor y pasión, es decir, el sexo, pero como toda actividad física hay que buscar la perfección, y si se puede, hasta desarrollar una técnica que no sólo nos tenga en forma sino que además nos haga más irresistibles en la cama.

Por el movimiento físico y la excitación, en una relación sexual de 20 minutos se logra quemar buena parte de calorías, esto depende de la posición que se ponga en práctica. Pero el juego previo también cuenta, ya que desde que comenzamos a sentirnos excitados por la otra persona el ritmo cardiaco se incrementa y el corazón requiere de más energía para poder bombear esas grandes cantidades de sangre que deben llegar a todo el cuerpo.

Las posiciones son ideales para ejercitarnos mientras hacemos el amor, ya que algunos músculos, como los del abdomen, se tensan y equivalen a una buena rutina de abdominales. Las piernas son fundamentales durante el sexo, ya que también se pueden poner a trabajar cuando nos colocamos de cuclillas.

La variedad e intensidad que apliquemos a la hora del sexo puede convertir nuestra habitación no sólo en un santuario del amor sino en un gimnasio que nos ofrece un doble beneficio, un mejor cuerpo con placer garantizado.

Si tu amante es de carrera larga y no se conforma con una sola vez en la cama es fantástico, ya que podrás seguir ejercitándote, pero toma un ligero descanso entre tanda y tanda para que tu corazón regrese a su ritmo normal y poco a poco se vuelva a encender la mecha de la excitación.

Combinar el sexo con el ejercicio puede ser una idea maravillosa en la que no sólo puede tener un mejor estado de salud sino que, además, se consigue una recompensa por demás ardiente e inigualable.

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